viernes, 16 de noviembre de 2012

LA TRATA DE BLANCAS NOS COMPETE A TODOS.


La trata de personas, definida como la captación, el traslado, el acogimiento o la recepción de individuos dentro o fuera de las fronteras de un país con fines de explotación (República de Colombia, Ley 985 de 2005, art. 3), es un fenómeno local, nacional y transnacional que, en la última década, ha captado la atención del público en general, las agencias de Naciones Unidas, las organizaciones internacionales, los Organismos No 
Gubernamentales y los Gobiernos.


Si bien en la actualidad la trata de personas constituye una prioridad política para la mayoría de los gobiernos alrededor del mundo, avanzar en el conocimiento que se tiene sobre el fenómeno sigue siendo un desafío, con propósitos meramente estadísticos, el tratamiento de la información referida a la trata de personas es problemático. Requiere disponer, por una parte, de definiciones claras y precisas del fenómeno y, por otra, de datos confiables sobre cada uno de los casos para poder establecer a qué modalidad de trata corresponde. 

Entre las razones por las que la investigación sobre la trata de personas puede resultar dificultosa están las barreras para obtener información; debido a que, la mayoría de la población involucrada en este fenómeno (traficantes, víctimas, sobrevivientes, entre otros) permanece escondida siendo difícil su identificación y, cuando son identificadas, con mucha frecuencia, para conservar el anonimato, proteger su privacidad, e incluso, por su propia 

seguridad, no acceden a dar ningún tipo de información. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario